lunes, noviembre 13, 2006

Lástima.

He oído estos días que le quieren quitar a Franco el doctorado honoris causa que, en su día, le otorgó la Facultad de Ciencias de la Universidad de Santiago.
Recordemos el momento: "Rendimos justo tributo de pleitesía al Caudillo por conservar una cultura occidental siempre unificadora (...). Qué bellas ideas y realizaciones ha logrado nuestro doctorando". El 27 de julio de 1965, en presencia de todos los rectores de España, de los ministros y del cardenal Quiroga Palacios, el entonces rector de la Universidad de Santiago, Ángel Jorge Echeverri, investía a Francisco Franco doctor honoris causa por la facultad de Ciencias.
Me da mucha pena que le quiten el doctorado porque quitárselo a él es quitárnoslo a todos nosotros.
El hecho de que una persona de su "talla moral" tenga, hasta el día de hoy, un doctorado honoris causa nos legitima a todos como doctorados. Es decir, yo desde 1965, a pesar de no haber nacido aun, soy doctor honoris causa. Y tu también, aunque no lo supieras. ¿No lo tenía un tipo que "golpeó al estado" derrocando por la fuerza al gobierno de la república legítimamente constituido en las urnas?. Pues, ¿cómo no lo vamos a tener nosotros?. Nuestro pecado más grande habrá sido copiar en un examen, alguna infracción de tráfico o, que sé yo, defraudar a hacienda.
Por eso estoy triste. Si se lo quitan al "generalísimo", dejaré de llamarme doctor para volver a ser un ciudadano normal y corriente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué grande, Manuel! Arriba eSSpaña, coño

Julen
(¡Pórtate bien! = Perfil bajo)