miércoles, septiembre 27, 2006

¡Dios, perdónalos por que son políticos!

El presidente se despertó temprano. Se incorporó y al poner el pie en el suelo un charco de sangre tíbia y pegajosa lamió su piel. Sus ojos se acostumbraron lentamente a la luz del día y lo que vio no lo entendió nunca. Trenes destripados. Grandes boquetes por donde salían los cuerpos muertos de 192 personas humildes. Hierros retorcidos y entrelazados con los gritos de 1500 heridos. Su país llorando y preguntándose quién y por qué.
Pero en la mente del presidente y, seguro que también, en la de su contrario, lo importante no era lo que había pasado si no lo que estaba aun por venir.
Surgieron dos vias de actuación que dividieron a España. La parte conservadora deseaba en su interior que el responsable de esa atrocidad fuera el "terrorismo autóctono", ya que eso favorecería sus intereses electorales. Por el contrario, a la parte progresista le iba bien que el responsable fuera el "terrorismo foráneo", por los mismos motivos. Se que es duro decir esto, pero yo, como vosotros, estaba allí y lo vi.
¡Dios, perdónalos por que son políticos!
No había tiempo que perder. Cada una de las partes empezó a espolear a sus corceles periodísticos para que llevaran el mensaje "correcto" a sus fieles. Los fieles son fáciles de convencer. Lo difícil es convencer a los indecisos. Y de eso se encargaron los fieles (mensajes a móviles). Indecisos que decidirán más tarde quién gobernaría el país.
Solo una verdad era posible. Así que solo podía existir un ganador.
El perdedor, que antes del desastre se veía ganador, fue un mal perdedor. Todavía colea su disgusto.
Espero por el bien del país que su enfado acabe pronto. Ya solo convencen a los fáciles. A sus fieles.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo, de los fieles (de la parte progresista), empiezo a dudar de mis ideas, ya que lo que antes era vergüenza ajena por aquellas personas que nos dirigen (a nuestros representantes), empieza a tornarse en vergüenza a raudales, ya que todo esto, se tenía que haber solucionado antes, todas estas incertidumbres, mediante una adecuada comisión de investigación independiente, liberada de todos estos sinvergüenzas que hasta en ellas quieren participar.