jueves, septiembre 21, 2006

La historia se repite

El Discurso de Benedicto XVI en la Universidad de Ratisbona: Una nueva relación entre fe y razón para permitir el diálogo entre culturas y religiones, ha levantado ampollas entre los dirigentes islámicos más radicales, como en su día lo hicieron las caricaturas publicadas sobre Mahoma.
Un discurso donde el Papa critica la Guerra Santa. Pero critica todas las guerras santas, las pasadas (autocrítica), las presentes (yihad) y las futuras. Y lo argumenta citando: «Dios no goza con la sangre; no actuar según la razón es contrario a la naturaleza de Dios. La fe es fruto del alma, no del cuerpo. Por lo tanto, quien quiere llevar a otra persona a la fe necesita la capacidad de hablar bien y de razonar correctamente, y no recurrir a la violencia ni a las amenazas… Para convencer a un alma razonable no hay que recurrir a los músculos ni a instrumentos para golpear ni de ningún otro medio con el que se pueda amenazar a una persona de muerte…».
¿Quién puede estar en desacuerdo con esto?.
La respuesta está en el propio discurso. Los que no razonan están en desacuerdo.
Desconozco como se puede combatir esta sin razón. Solo sé que no debería hacerse utilizando la violencia. Habría que razonar. El paso de la "sin razón" a la "razón" es largo. Que le pregunten a la Iglesia Católica cuánto tiempo le llevó pedir perdón en el Concilio Vaticano II (1965). No es lícito que una religión aplaste a otra con violencia.
La sin razón va de la mano del odio. El odio acumulado durante años por el mundo islámico y alimentado por occidente.
¿Y si dejáramos de alimentar ese odio?

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