martes, septiembre 12, 2006

Yo no mato a nadie¡¡¡¡¡¡¡¡

Desde hace tres o cuatro años he observado odio en las calles. En realidad no es un odio superficial de ese que se ve a simple vista, no. Se trata de odio retestinado, un odio que se aprecia escarbando un poco. Basta hablar de política para que te estalle en la cara. Es este un odio dividido, casi por igual, en dos partes muy bien diferenciadas y cada vez más distantes. Es evidente, existen dos Españas.
Es difícil mantenerse al margen. Yo lo he intentado alguna vez, pero al final el odio se apodera de mí.
Hay quien avisa de que en la actualidad se dan las condiciones que se daban en vísperas de la Guerra Civil Española.
Quizás lo digan como medida de prevención. O quizás lo utilicen como arma arrojadiza contra la otra España. Si es lo primero, estoy prevenido. Si de lo segundo se tratase, me declaro desertor. Que me vayan poniendo en la lista de estos, porque no pegaré ni un tiro. Se lo digo a las dos Españas: ¡Yo no mato a nadie!

No hay comentarios: