lunes, septiembre 25, 2006

Soñé que me olían los pies

Hoy me olían los pies y al echarme el producto habitual, me dio por leer la composición. Asombrado me di cuenta de que contenía ácido bórico.
Empecé a sudar y a mirar alrededor por si hubiera alguien.
¡Pero que tonto!, si estaba en el cuarto de baño de mi casa.
Menos mal. En cualquier otro sitio los magníficos reporteros de investigación de El mundo me hubieran pillado y sería sospechoso de terrorismo por poseer sustancias para fabricar bombas.
No obstante, sin que desapareciese el miedo de mi cuerpo, vacié el contenido del bote en el inodoro y después de borrar todas la huellas lo arrojé al río Segura. Increíble. Las escasas aguas del río arrastraban una pléyade de botes como el que yo había tirado.
- Je, Je. Otro terrorista pillado in fraganti.- Escuché detrás de mí.
Al girarme, le vi. Era él.
Pedro G., con una sonrisa de oreja a oreja me miraba a través de una cámara digital. El flash hizo que me despertara sobresaltado bañado en un sudor frío. Había sido un mal sueño. ¿O no?
Todos los personajes que aparecen en esta historia son producto de mi imaginación (incluido Pedro G.). Cualquier parecido con la realidad es pura casualidad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El ácido bórico! Yo creo que tus pies si serían una buena bomba de destrucción masiva, más que bomba, arma química, que atenta contra cualquier persona que esté a una distancia prudencial.